Fabio y su padre son inmigrantes en los Estados Unidos. Para Fabio todo es nuevo y, en cierta medida, adverso. Parece tener problemas para relacionarse con sus nuevos compañeros y maestros, pero lo que sucede es que se enfrentan a una sociedad centrada en sí misma. Un día Fabio ve un gato encaramado en un árbol y no tarda en hacerse su mejor amigo. Le da el nombre de Carlos, recordando un verso de Vallejo (“¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa? / ¿Quién al gato no le dice gato gato?”), y se convierte en un verdadero motivo para dar sentido a su nueva vida.
OPINIÓN:
El autor sabe y le gusta los animales porque escribió su obra basada en la relación de un gato y su dueño exactamente y con todo detalle de tener una mascota.
También demuestra como un animal puede ser el mejor amigo de una persona y entenderse el uno al otro.
TIENDA:
Zeta Bookstore
http://www.librosperuanos.com/libros/detalle/10222/Quien-no-se-llama-Carlos
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